
Para evitar las emisiones asociadas provenientes de otros materiales, construir con madera podría ser el camino hacia las llamadas Ciudades de Madera.
¿Sabías que las excesivas emisiones de CO2 son una de las principales causas del calentamiento global?
Ante esto, la revista Nature elaboró una investigación que arrojó un mejor escenario para el 2100 en caso de optar más por las construcciones en madera, comenzando hoy.
¿A qué se debe el resultado?
El poder de la madera
El potencial de almacenamiento de carbono en edificios hechos de la nobleza de esta materia prima, es mucho más alto que la contaminación asociada a su producción, dándole un respiro al planeta.
La madera es un recurso renovable con una huella de carbono más baja que cualquier otro material usado en la industria de la construcción.



Además, el CO2 que almacena es absorbido del dióxido de carbono atmosférico a través de la fotosíntesis, convirtiéndose en un sumidero del mismo a largo plazo.
A raíz de esto, y según el Consejo de Desarrollo Tecnológico, en 2020 el área de plantación (origen madera), era el 8% del área mundial de tierras de cultivo y el 4% del área mundial de bosques naturales.
Lo anterior, da las bases para pensar que en el mediano plazo estas plantaciones aumenten su producción a la vez que alivianan la presión de la cosecha de bosques bajo protección de biodiversidad.
El poder de reducir gases de efecto invernadero
La construcción de edificios en base a madera, además de significar un costo menor de inversión, podría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero eso no es todo.
Si el uso de este material está asociado con la resistencia al fuego, resistencia sísmica y reducción de desechos constructivos, sumarle el atributo de descarbonización es tomar conciencia respecto a la salud del planeta.